Marruecos en moto desde España: una aventura que se vive al cien por cien. Por la situación geográfica de nuestro país, tenemos la suerte de no necesitar demasiados días para poder hacerla.
Después de tantos años en moto y de infinidad de viajes, uno se da cuenta que lo mas importante es lo que siempre hemos dicho, el camino recorrido. No importa si el destino esta cerca o lejos, bien sea otro país o este a la vuelta de casa, lo más importante es cada minuto, cada instante que paso encima de la moto viviendo nuevas experiencias.
Recuerdos de nuestro viaje a Marruecos en moto desde España
Buscando en diferentes fotos de viajes realizados en moto, hoy me he encontrado con unas del 2011. Son de una bajada que hice con mi amigo Jeipy a Marruecos en moto y fue un viaje muy divertido. La verdad, siempre que bajo a Marruecos en moto desde España lo paso en grande. Somos aficionados y, aunque ahora dispongo de cámaras e intercomunicadores, hace 5 años solo llevaba el móvil y las fotos que os quiero mostrar están hechas con un móvil hoy en día muy obsoleto.
Yo soy de Alicante y Jeipy de Valencia, así que quedamos en las antiguas instalaciones de MotoCenter Levante en San Juan de Alicante para los últimos ajustes a las motos. La mía es una R1200GSA del 2006 que aun conservo y Jeipy una F800 del 2007 que sigue teniendo.
Barco en dirección a Melilla
Salimos en dirección a Almería sobre las dieciocho horas. Yo siempre que bajo a Marruecos suelo hacer el mismo trayecto, ya que Almería esta a solo dos horas y media de Alicante. Así podemos aprovechar el día haciendo otras cosas y comenzar las vacaciones al día siguiente. Una vez allí, nos dirigimos directos hacia el barco a Melilla. Un camarote doble con baño y trasladar las dos motos nos costó unos trescientos euros. Al día siguiente ya estás en África.
Salimos del barco sobre las ocho de la mañana y nos paramos a desayunar con mi amigo y motero «el Inglés». Después de cruzar la frontera y cambiar algo de moneda en Nador, nos dirigimos rumbo con sur a buscar la puerta del Sahara, Merzouga, no sin antes haber hecho noche en Midelt en el hotel Kasbah Asmar, donde descansar es un verdadero placer, además de reencontrarse con viejos amigos. Cerca de Merzouga, nos quedamos en el albergue de mi amigo Ali que nos recibe siempre con timbales y cantos africanos. Una pasada.
Colonia Española en Marruecos
Al dia siguiente, seguimos nuestra ruta hacia Ouarzazate, las gargantas del Todra y, finalmente, Agadir y la costa donde el sol se funde con el océano Atlántico. A nuestro regreso, rumbo norte pasando por Marrakech, Fes,y la cordillera del Rif .donde nos encontramos con Chefahaouen y Ketama, continuamos. Pasamos también una noche en mi querida Al-Hoceima, antigua colonia española, donde disfrutamos de un buen baño y una buena ración de gambas compradas en el puerto y cocinadas en un bar.
Por la mañana continuamos hacia Melilla, terminando ya nuestro viaje de Marruecos en moto desde España. Después de cruzar el estrecho en el barco rápido, llegamos a la península para regresar a la vida cotidiana y empezar a preparar el siguiente viaje. ¡En un par de meses vuelvo!
Quino Abad.